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Diarrea y estreñimiento

Tratamiento

  •  La dieta debe contener una cantidad de fibra bastante para asegurar una masa suficiente de deposiciones. La fibra vegetal, que en gran parte no es digerible ni absorbible, aumenta el volumen de las deposiciones; determinados componentes de la fibra absorben también líquido hacia la fase sólida, haciendo las heces mas blandas y facilitando su evacuación. Se recomiendan frutas y verduras, y los cereales que contienen salvado, en la cantidad que sea tolerada. Puede ser preferible el salvado de harina sin refinar (2 a 3 cucharillas 2 a 3 veces al día) a la fruta o los cereales.

  • Los laxantes deben utilizarse con precaución. Algunos pueden interferir en la absorción de diversos fármacos uniéndose a ellos física o químicamente. El tránsito fecal rápido puede arrastrar algunos fármacos y nutrientes antes de que se produzca su absorción. El uso de laxantes está contraindicado en dolor abdominal agudo de origen desconocido, trastornos intestinales inflamatorios, obstrucción intestinal y sangrado gastrointestinal.

  • Los agentes formadores de volumen(salvado, metilcelulosa) proporcionan fibra y son los únicos laxantes aceptables para uso prolongado.  Actúan de manera lenta y suave y son los agentes más seguros para promover la evacuación. Un uso adecuado consiste en aumentar la dosis gradualmente hasta que se produzca una deposición más blanda y voluminosa. Este método produce efectos naturales y no crea hábito. Los agentes formadores de volumen normalizan tanto el estreñimiento como la diarrea.

  • Los agentes humidificantes (laxantes detergentes) (docusato) ablandan las heces, haciéndolas más fáciles de evacuar. Rompen las barreras superficiales, haciendo que el agua penetre en la masa fecal para ablandarla y aumentar su volumen. El aumento de volumen puede estimular el peristaltismo  (movimiento intestinal), el cual desplaza las heces ablandadas con mayor facilidad. El aceite mineral ablanda la materia fecal, pero puede reducir la absorción de las vitaminas liposolubles. Los agentes humidificantes y el aceite mineral actúan lentamente; pueden ser útiles tras un infarto de miocardio, cirugía anorrectal y cuando se necesita un reposo prolongado en cama.

  • Los agentes osmóticos se emplean en la preparación de pacientes para algunos procedimientos diagnósticos del intestino y a veces para tratar infestaciones parasitarias. Contienen iones polivalentes que se absorben mal (magnesio, fosfato, sulfato) o hidratos de carbono (lactulosa, sorbitol) que permanecen en el intestino, aumentan la presión osmótica intraluminal y extraen agua hacia el intestino. El aumento de volumen estimula el peristaltismo, el cual desplaza fácilmente a través del intestino las heces ablandadas por el agua. Estos agentes suelen actuar en unas 3 horas. En dosis grandes y frecuentes, estos fármacos pueden perturbar el equilibrio hidroelectrolítico. Otro método para limpiar el intestino para las pruebas diagnósticas  o la cirugía utiliza grandes volúmenes de un agente osmótico equilibrado.

  • Los catárticos secretores o estimulantes (el sen y sus derivados, la cáscara sagrada, fenolftaleína, el bisacodilo, el aceite de ricino) se usan a menudo para limpiar el intestino antes de pruebas diagnósticas. Actúan mediante irritación de la mucosa intestinal o por estimulación directa del plexo submucoso y mientérico. Algunos son absorbidos, se metabolizan en el hígado y son devueltos al intestino en la bilis. El peristaltismo y el líquido intraluminal aumentan, con espasmos abdominales y evacuación de heces semisólidas  en 6-8 horas. Si el uso es continuado se produce síndrome del “intestino perezoso”, otras alteraciones intestinales y graves alteraciones hidroelectrolíticas.

  • La impactación fecal se trata con enemas de aceite de oliva caliente seguidos de pequeños enemas de soluciones hipertónicas preparadas comercialmente. Si éstas fracasan son imprescindibles la fragmentación manual y la desimpactación de la masa. Estos procedimientos son dolorosos por lo que se recomienda la aplicación perirrectal e intrarrectal de anestésicos locales (pomadas de lidocaína al 5%). Algunos pacientes requieren anestesia general.
 
Los médicos tienen que informar a los pacientes de que los movimientos intestinales no son esenciales, que debe darse al intestino su oportunidad para funcionar, que los laxantes o enemas frecuentes (más de uno cada 3 días) niegan al intestino esa oportunidad.
 







 
 
 
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