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DIAGNÓSTICO Y PRONÓSTICO
Debe interrogarse sobre antecedentes de traumatismo craneoencefálico o infección previos y sobre el contacto con tóxicos. Los antecedentes familiares de crisis o trastornos neurológicos. Las crisis focales implican una lesión cerebral y las crisis generalizadas se deben con más probabilidad a una causa metabólica.
El tratamiento farmacológico elimina completamente las crisis en un tercio de los pacientes y disminuye su frecuencia en otra tercera parte. Cerca de de dos tercios de los pacientes con crisis bien controladas pueden suspender pueden suspender la medicación sin que se produzcan recaídas.

TRATAMIENTO

PRINCIPIOS GENERALES
Se orienta principalmente hacia el control de las crisis y al tratamiento del     trastorno primario. Debe aconsejarse una vida normal. Se recomienda hacer ejercicio. Debe evitarse el consumo de drogas que pueden desencadenar convulsiones. Los cuidados institucionales deben preservarse para pacientes con retraso grave o con crisis tan frecuentes y violentas, a pesar del tratamiento, que no puedan responder de sus propios cuidados.
Durante una crisis deben prevenirse las lesiones, por lo que deberemos protegerla de una caída acostándola sobre el suelo en un área segura. Es necesario que se retiren todos los muebles u objetos cortantes del área alrededor de la persona. No debe intentarse proteger la lengua porque pueden dañarse los dientes. Introducir un dedo para estirar la lengua es peligroso e innecesario. Deben retirarse las prendas que rodean el cuello y colocar una almohada bajo la cabeza. El paciente debe girarse hacia un lado, ya que si vomita con esta posición nos aseguraremos que el vómito no sea aspirado hacia los pulmones. En caso que la crisis convulsiva ocurra con fiebre en un niño, se le debe refrescar gradualmente utilizando  agua tibia, nunca se le debe sumergir en una tina con agua fría.




TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

- Crisis tónico-clónicas: Difenilhidantoína (DFH), carbamazepina y valproato.


- Crisis parciales: Carbamazepina, DFH y valproato. Si las crisis persisten puede asociarse gabapentina, lamotrigina o topiramato.


- Crisis de ausencia: Etosuximida (tratamiento de elección), valproato y clonazepam. La acetazoalmida debe reservarse para casos refractarios.


- Crisis atónicas, mioclónicas y espasmos infantiles: Son difíciles de tratar. Puede iniciarse con valproato, seguido por el clonazepam cuando no es efectivo. También son eficaces en ocasiones la etosuximida o la acetazolamida.


- Status epiléptico: Diazepam y lorazepam para suprimirla. DFH para prevenir la recurrencia.


- Crisis agudas tónico-clónicas generalizadas (debidas a enfermedad febril, ingestión de alcohol u otras sustancias tóxicas o trastorno metabólico agudo): DFH. Debe tratarse la causa al tiempo que las crisis.


• Síndrome fetal por fármacos antiepilépticos: Se caracteriza por labio leporino, paladar hendido, defectos cardiacos, retraso del crecimiento y el desarrollo, etc. Aparece en el 4% de los hijos de madres epilépticas en tratamiento durante el embarazo. Entre los fármacos más utilizados, la carbamazepina parece ser el menos teratógeno y el valproato el que más. Sin embargo, las crisis generalizadas incontroladas durante la gestación llevan a lesiones y muerte fetal, por lo que es aconsejable el tratamiento.

 
 
 
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