Enfermedad del Alzheimer
Pérdida inexorable y progresiva de la función cognitiva asociada a la presencia de una cantidad excesiva de placas seniles en la corteza cerebral y la sustancia gris subcortical, la cual contiene b-amiloide y ovillos neurofibrilares formados por proteína tau.
Epidemiología
Las formas de comienzo precoz suponen sólo de un 2-7% de los casos y suelen ser debidas a una mutación genética hereditaria. La más frecuente es la que afecta a sujetos mayores de 60 años, cuya incidencia aumenta con la edad. La enfermedad de Alzheimer es 2 veces más frecuente en las mujeres (quizá por la mayor esperanza de vida, pero el sexo femenino parece ser un factor de riesgo en sí) y supone más del 65% de las demencias en personas de edad avanzada. La demencia vascular y la enfermedad de Alzheimer coexisten aproximadamente en un 15% de los casos.
Etiología
La causa de la enfermedad de Alzheimer es desconocida. Es familiar en un 15-20% de los casos y el resto sin esporádicos con algunos determinantes genéticos. Existen al menos 4 genes diferentes que influyen en el inicio y la progresión de la enfermedad.
Patogenía
La pérdida neuronal afecta a diferentes zonas cerebrales, existe una reducción de la utilización de glucosa por parte del cerebro y también puede estar afectada la microcirculación cerebral.
Las placas seniles y los ovillos neurofibrilares intervienen en la patología de la enfermedad de Alzheimer. Ambos aparecen también con el envejecimiento normal, pero son mucho más prevalentes en este trastorno.
Signos y Síntomas
La enfermedad evoluciona en varias fases clínicas, sin embargo, varía mucho de unos pacientes a otros y la progresión puede no ajustarse a la siguiente descripción. La enfermedad evoluciona lentamente aunque a veces los síntomas se mantienen más o menos estacionarios durante un tiempo.
- ESTADIO PRECOZ: se caracteriza por pérdida de memoria reciente, incapacidad para aprender y retener nueva información, problemas del lenguaje (para encontrar ciertas palabras), cambios de humor y alteraciones de la personalidad. Los pacientes presentan una dificultad progresiva para llevar a cabo las actividades de la vida diaria (recordar donde ha puesto las cosas, manejar sus cuentas, encontrar el camino de vuelta). El pensamiento abstracto y el razonamiento están deteriorados. Pueden presentar irritabilidad, hostilidad y agitación e respuesta a la pérdida de control y de memoria. Aunque en esta fase puede no estar afectada la sociabilidad, la familia puede referir un comportamiento extraño del paciente (se pierde, olvida el nombre de alguien).
- ESTADIO INTERMEDIO: el paciente es incapaz de fijar y recordar datos nuevos. Se afecta la memoria para hechos lejanos, pero no se pierde completamente. El enfermo suele necesitar ayuda para asearse, comer, vestirse y bañarse. La desorganización de la conducta se caracteriza por agitación, delirio, falta de cooperación y agresividad verbal o física. En esta fase los pacientes han perdido la orientación temporoespacial. Se pierden con frecuencia, a veces hasta el punto de ser incapaces de encontrar su habitación o el cuarto de baño.
- ESTADIO GRAVE: los pacientes son incapaces de caminar y de realizar cualquier actividad cotidiana. La memoria reciente y remota se han perdido completamente. Los enfermos no pueden tragar y presentan riesgo de malnutrición, neumonía úlceras de decúbito. En ocasiones es necesario el ingreso en una institución que les proporcione cuidados a largo plazo, ya que son dependientes para todo. Con el tiempo los pacientes enmudecen y son incapaces de expresar sus síntomas. Los déficits motores aparecen muy tardíamente.
- ESTADIO FINAL: la enfermedad conduce al coma y a la muerte.